jueves, 12 de junio de 2008

¿Para qué la pereza?

Sueño y cansancio. Hoy es lo que corre por mis venas pegado a la sangre es eso fatiga. Gracias al madrugón de ayer para ir a pasearme por la EXPO08, ver el pabellón de España y ver el resto de edificios.

Otro día hablare de la EXPO pero la verdad que no se a que vamos, por lo que vi pocas cosas me llamaron la atención, los edificios por fuera sí, pero por dentro solo vi el 10% y no me llamo nada la atención. ¿Cuánta pasta se habrá dejado ahí el estado? ¿Cuánto recuperará?

Eso si me he tenido que levantar con espátula de la cama, estaba cosido al colchón y atado con las sabanas.

¿Para qué la pereza?

Bendita pereza por las mañanas, tardes o noches. Hacer cualquier cosa en momentos de pereza es un acto imposible de realizar, no te mueves ni a por el mando a distancia. Recluido en tu cubículo espacial que te lleva a ningún sitio y solo gira sobre sí. Pereza a todo y nada. Pereza coaccionada por secuestradores disfrazados de situaciones y pensamientos.

¿Pereza a qué? Si no estás cansado ¿Por qué vamos a tenerla? ¿Será el estado de ánimo? Pero ahora mis palabras salen vestidas de colores rojos, verdes, azules. Alegres y espontaneas. Hoy no tengo pereza de nada y cansado estoy. Salir a la calle y abrazar al sol y pasarte horas así, y más tarde cogerle la mano a la luna y seguir de paseo.

Problemas con la motivación, no es más que eso. Hay que buscarla para que no nos meta en ese círculo vicioso como si cayéramos rodando por la ladera de la colina, y esa no tuviera final. Seguir y seguir rodando, centrifugando tu ser. Va siendo hora de despertar, y mejor hoy que mañana.

No seáis perezosos, será una pérdida de tiempo y como ya hable en su día es algo que no vuelve.

Y para finalizar With or without you de U2 para mi la mejor canción de la historia


martes, 10 de junio de 2008

¿Para qué los fantasmas del pasado?

Ya estamos de vuelta después de hacer el rústico un poco allí por mi pueblo. Como se nota que me voy haciendo mayor, ya no me recupero de los excesos tan rápido. Pero eso sí, he vuelto con otra cara, con otra sonrisa. Más tranquilo porque me he dado cuenta que la lluvia te afecta si tú la dejas y este fin de semana me he comprado un paraguas.

Sin tiempo para asimilar la vuelta ya estoy haciendo la maleta para irme a Zaragoza, pero por motivos de trabajo. ¡Vámonos a la Expo! Si claro pero para ir a trabajar pues como que no es lo mismo, pero me apetece enfundarme mi traje con la corbata y pensar que soy un alto ejecutivo aunque me toque instalar el software que hemos desarrollado en el pabellón de España.

Leyendo el blog de Alba se hacia una pregunta ¿Por qué los miedos? Yo la voy a modificar a ¿Para qué los fantasmas del pasado?

¿Para qué los fantasmas del pasado?

Navegando por mares de pensamientos, anegado por lágrimas de alcohol, intentando achicar los recuerdos a puñados. Vitalidad agrietada por turbios manantiales y vuelta a empezar. Palabras sin sentido para otros, cualquier normalidad en comentarios vacios, en mi cabeza rebotaban con demasiada fuerza sin parar durante horas, a veces hasta días.

Insostenible realidad que acabaría llevándome con los pies por delante, simplemente por la venda que tenía en mis ojos. La soga que sujetaba mi barco al mismo puerto, cayéndose a cachos comido por las termitas, la cuerda deshilachada, podrida de tanto sumergirse en el agua, se rompió. Solo era necesario un último tirón.

Enfundado en el nuevo traje me he enfrentado con mis fantasmas, y le acabo de traspasar por la mitad, aunque él a sabiendas me enseño su último retrato. Siempre le había funcionado, pero esta vez no. Mi espada lo sesgo y cruce al otro lado, donde ya nada puede hacer.

Ahora chapoteo en charcos, sin flechas que me alcancen. Untado en aceites ahora me resbalan los fantasmas, al menos estos que ya he aprendido a dominar. No hay nada como enfrentase a ellos aunque a veces necesites ayuda y esa la encuentras cuando menos te lo esperes.

En el horizonte, los delfines saludan con sus saltos, simplemente por haber salido a navegar.

Pues ahora una canción de Los dlinquentes y Bebe - Después


viernes, 6 de junio de 2008

¿Para qué irme al pueblo?

Que bonitas están mis plantas, tomateras, lechugas, pimientos, cebollas, ajos… hoy por fin ha salido el sol y ellas lo agradecen tanto como yo. Demasiado tiempo escondido entre lluvias y nublados me habían hecho olvidar el picor del sol pegando en mi cara. Hoy pretendo quedarme a ver el amanecer sentado en una piedra, entre campos de cereal y montes de enebros.

Intentaré volverme rustico ya que me voy al pueblo este fin de semana a las fiestas del Santo Patrón “San Antonio” (Si ese al que reza mi madre cuando pierde algo), ver a mi gente después de casi medio año. Qué curioso es pero cuando pierdes contacto con ciertos amigos, la relación se acaba enfriando y llega un momento que no sabes que contarle, pero con ellos no me pasa, siempre es como si nos hubiéramos visto ayer pero con más cosas que contar.

Volveré a convertirme en una “maruja” con los cotilleos clásicos, que si Pepito ha salido del armario, que si la novia de Juanito “frecuenta” locales de dudosa reputación… cosas de pueblo.

¿Para qué irme al pueblo?

Que pinto yo en un pueblo perdido en la Castilla profunda que no tiene más de 30 casas, menos de 15 personas viviendo a diario. Que no tiene bar (solo lo abre en fiestas), no hay tiendas, tiene que venir el panadero, carnicero, pescadero…

No hay nada que hacer, siempre desde el punto de vista de los que vivimos en grandes ciudades. Pero quizá ahí se encuentra su encanto, te inventas las cosas que hacer. Compartes charlas sentado en el quicio de la puerta de tío Eulogio, comes pipas y cacahuetes en los poyetes de la iglesia, bajas al rio para perderte entre matorrales, ciruelos y zarzas.

Siempre que me quiero encontrar es el sitio donde me voy a perder, allí no hay tiempo ¿Qué es eso?, no hay prisa, hay hospitalidad y hay roces.

Subirme al árbol que era mi castillo hace ya demasiado tiempo y tirar ramitas al rio, como barcos, para ver como flotan y no naufragan como tantas cosas en esta vida. Encontrar la paz en la chopera de mi abuelo mientas comes almendras que tienes que abrir con dos piedras. Partida de cartas al Tute, la Brisca o el Mus acompañadas de una cerveza por 60 céntimos.

Reírme de anécdotas con amigos de lo que éramos capaces de hacer de niños (y no tan niños). En fiestas subirme al escenario a cantar a última hora de la madrugada con Curro para desfogarnos antes de la chocolatada, con trozos de hogaza, mientras abajo entre risas y bromas y con alguna copa de mas bailan y corean el “Soy Minero”.

El lugar perfecto para no hacer nada y todo a la vez. Para gritar y pensar. Para recordar a los que no están y los que siguen estando.


Y para terminar una canción preciosa. Bizarre Love Triangle - Frente! y como siempre la letra en ingles y castellano para que Raulito no se me enfade diciendo que no entiende lo que dicen.
http://artistas.musicamania.biz/new_order/canciones/057277/bizarre_love_triangle

jueves, 5 de junio de 2008

¿Para qué mi sombra?

Día nublado hoy en mi ciudad, aunque ya se acaba la semana, este tipo de días me pueden. Ese sentimiento de poca luz te hace ser más introvertido, estar más ensimismado, más triste. Como si el sol hubiera decidido que hoy es un día para hacerte pensar. Aunque a veces las nubes nos dan una pequeña tregua dejándose traspasar por algunos rayos, lo suficiente para poder seguirlos y empaparte de su calor.

Pero esto se lo noto al resto de la gente que pasa por mi lado, están menos vivos. Siguen su camino, como los caballos con orejeras que solo miran para adelante.

Andando por la calle había visto que me había abandonado mi sombra.

¿Para qué mi sombra?

Hoy sin decirla nada ha decidido abandonarme, no está, se ha ido, como cada noche lo hace y me deja solo. Dice que no quiere saber hoy nada de mí que le agobia mi caminar, mi forma de ser, mi saber estar.

Recuerdo mirarme en el espejo y estar ella detrás, observándome con mimo, abrazada a mi de la forma que mas la apetecía o de la única que sabía, de correr por el parque, de tomarnos un café o un refresco…

Que sensación andar solo por la calle, sin que me vigile por detrás, ni que ande delante mio o simplemente que vaya a mi lado.



El sol ha conseguido al final del día zafarse del marcaje que estaba sufriendo en pleno mes de junio por negros nubarrones, se asoma guiñándome un ojo y me he dado cuenta que ella seguía ahí, que cambia de forma, tamaño y color. Que siempre que se va vuelve, tardara mas o menos. Aunque me hubiera gustado que las cosas fueran distintas, que yo pudiera seguirla a ella y nunca perderla.

No es exactamente el sentido de lo que quieria escribir, pero me ha salido asi. Para terminar una cancion de Fito - Donde todo empieza