martes, 27 de mayo de 2008

¿Para qué ir en coche al trabajo?

Ya llevaba mucho tiempo sin pasarme por aquí, no porque no quisiera si no porque no sabía que decir, supongo que la cama y tomarme una cervecita con los amigos me ocupan demasiado tiempo.

Ya se acerca el verano, el calor, todas esas cosas que tiene de bueno la temporada estival.

En cualquier caso hoy lo que quiero hablar es de mi tozudez en el día a día.

¿Para qué ir en coche al trabajo?

No entiendo porque sigo haciéndolo porque no le veo más que contras, supongo que es la comodidad de bajar de casa y tenerlo ahí tan cerca en vez de ir andando al metro.
El precio del gasoil no para de subir con lo que cada vez me sale más caro llenar el maldito deposito, además que cuando me compre el coche lo quería diesel ya que consumía menos y la gasolina era más barata, eso si el coche era más caro, pero pensé que a la larga me saldría rentable. Ahora veo que no. Con lo bien que me iría el Metrobus, 4 al mes mucho más barato.

Por el lado del tiempo tampoco es que gane mucho porque para ir a trabajar sí que tardo menos pero luego los 10 o 15 minutos aparcando no me los quita nadie. Al volver tardo más o menos lo mismo excepto los días que llueve que tardo mas en coche. Ahorrar tiempo tampoco es que lo ahorre.

Supongo que será el hecho de poder ir con la radio puesta, con mi música, solo. Sin aguantar el sobaco del de al lado en tu cara en plena hora punta. El metro lo que me da es tiempo para leer cosa que me gusta pero no lo hago en casa. Solo en viajes y de vacaciones.

Además de ayudar a contaminar el medio ambiente… y mil cosas que seguro que no se me ocurren. La pregunta es ¿Para qué coño cojo el coche?

Buscando la canción con la que cerrar el post de hoy he visto el disco del Huecco, que me trae muchísimos recuerdos agridulces, pero no dejan de ser recuerdos. Idiota


jueves, 22 de mayo de 2008

¿Para qué buscar?

Ya echaba de menos pasarme por aquí pero la inspiración pasa por horas bajas y de tiempo tampoco ando muy sobrado además de que no encontrarme ningún para que en el camino. Ya es jueves y eso está bien ya que veo en el horizonte el comienzo de un par de días de descanso (por decirlo de alguna manera)

Mi madre tiene una tradición extraña, siempre que pierde algo le reza un responso a San Antonio, patrón de mi pequeño pueblo de Segovia. Ya sea la tuerca de un pendiente o lo que haya perdido que lo acaba encontrando ese mismo día ¿Cuestión de fe?

Yo se que a mí eso nunca me pasa, cuanto más busco algo más fácil es que no lo encuentre.

¿Para qué buscar?

Cuando dejo de buscar encuentro, o no, pero es más fácil así porque cuanto más empeño pongo peor sale todo. Pero esto sucede en mil situaciones a mí alrededor: en el trabajo buscando el código erróneo ya que soy programador, en casa con las llaves o el móvil…

No sé si esto le pasa a más gente pero parece una ley de Murphy, esas leyes que intentan explicar todo tipo de infortunios. Pienso que cuando te agobias en la búsqueda acabas mirando siempre en los mismos sitios y en los más raros, cuando te relajas y actúas con normalidad es cuando todo aparece delante de tu nariz ¡Joder es un lobo y me come!

Pero claro esto es muy complicado hacerlo de primeras ya que estas enfrascado en la necesidad de encontrarlo porque lo necesitas con urgencia, “tengo que ir a trabajar y no encuentro las llaves del coche”.

También puede deberse a mi cabeza bastante despistadiza o a mi desorden organizado que pone a mi madre de los nervios.

Total que creo que en mi vida es una pérdida de tiempo las búsquedas ya que pocas llegan a buen fin pero es algo que no puedes evitar.

La canción de hoy es Te vi, te vi – Estopa ya que ayer cuando iba en el coche hacia casa en un semáforo apareció el típico macarrilla con esta canción a todo volumen y me acorde de ella.

lunes, 19 de mayo de 2008

¿Para qué comenzar a andar?

Tres veces he empezado a escribir hoy y desechado mis pensamientos por no parecerme buen momento para escribirlos en modo de ¿Para qué?. Fin de semana largo con un gran puñado de buenas sensaciones.

Tantas que al final me he aturullado y no he sabido que hacer con ninguna de ellas, sin capacidad de reacción, pero las he guardado para poder degustarlas poco a poco, despacito cada una a su tiempo.

¿Para qué comenzar a andar?

Caminante, no hay camino, se hace camino al andar” decía Antonio Machado en uno de sus mas celebres poemas. Andar claro, que fácil es, pero no cuando no sabes. Con lo a gusto que estoy aquí, en mi burbuja de cristal, con todo cuanto necesito.

Pequeños golpes de multitud de mazos atizando mi pequeña burbuja han conseguido estallarla en mil pedazos, consiguiendo que salga fuera. Con los mazos en el suelo ahora gritan y me zarandean diciendo: ¡Levantate! ¡Recuerda, un pie detrás de otro!.

Si fuera tan fácil los niños saldrían corriendo nada mas nacer y no necesitarían las etapas de gatear, andar con el tacatá, cogidos de sus padres…

He cogido una esquirla de mi burbuja, la he guardado en mi cartera y me han empujado a empezar a moverme. Cada vez de una mano, cada uno sus consejos. Yo ni siquiera sé que decir, mi cabeza no procesa tanta información aunque, en el fondo, sabe lo que quiere expresar.

Mi camino se cual es, andando despacio para poder llegar, llevo mi esquirla para que me recuerde donde esta mi casa y poder volver cuando lo necesite, pero he empezado que es lo que importa. Eso si tengo que dejar de bloquearme y estancarme pero eso seguro que lo aprendo.


Siento ser tan monotemático con los grupos de música pero ya que han estrenado disco tendre que ponerles una canción. Savia - Bajo Zero

domingo, 18 de mayo de 2008

¿Para qué las tardes de domingo?

Otro para qué melancólico.Lo siento. Otro día me pillaréis de mejor humor.

¿Las tardes de domingo? Pues para confirmar el nulo, inexistente objetivo de una semana y otra y otra y otra...el único marathon sin medalla al final.
Alguien ha creado un silencio extra este día, muy propicio para novelitas y pucheritos. El cielo parece más oscuro que el día anterior y, quizás, sí lo es, pero prefiero pensar que es porque al sol se le acaban las pilas de la semana antes que por un simple azar meteorológico. Y lo prefiero porque soy así de estúpido y, en vez de disfrutar de una tarde de paseo, prefiero autoamargarme con estos lamentos de papel. Alguien a mi lado(no sé quién) me dice, con reproche, que si tuviera motivos reales de depresión, bajón, bluff... llámalo como quieras, que me dejaría de tantas zarandajas y tantas miraditas por el cristal llorica. Y tiene toda la razón, así que me voy a despegar el pijama, que ya son horas (las 7 de la tarde), una ducha fría (bueno, mejor mañana), camisa limpia y blanca para que contraste con el gris edificio, gris cielo, y me tiro a la calle.¿A qué? A disfrutar de un maravilloso domingo de mayo. A sentirme como Leonor Watling en el anuncio de Ausonia. Y mañana a empezar de nuevo la rueda. Si los hamsters disfrutan tanto de las que les montan en sus jaulas, las ruedas, digo, por qué yo no.

Ahora un temazo del gran Quique González.

viernes, 16 de mayo de 2008

¿Para que los cumpleaños?

Cansado, molido, somnoliento. Es lo que tiene cuando tu cumpleaños cae en día festivo y en mi caso es todos los años ya que es la fiesta patronal de mi ciudad. La víspera de mi aniversario aproveche y me fui a la inauguración de las fiestas, a “Las Vistillas” con el mega concierto de “Formula V”, es lo que tiene mi ciudad que se le olvida a veces que también hay gente joven o al menos eso me parece.

El móvil no para de sonar llamadas y mensajes, no me había despertado y ya tenía unas cuantas felicitaciones (teniendo en cuenta que llegue a las 9 de la mañana xDD). Comida familiar ya que es el cumple de mi sobrino también (Felicidades peque) y luego seguir quedando con gente para tomarte algo en tan memorable día.

¿Para que los cumpleaños?

Un año más viejo que hace unas horas, veo acercarse la treintena con demasiado peligro, con cara amenazadora y desafiante, con el poder que la da saber que no puedes torear lo inevitable, el paso del tiempo.

En los ojos de mi sobrino veo la felicidad por cumplir años: regalos, tarta un año mas mayor para que le tomen mas enserio. Como nos gusta cumplir años cuando somos enanos.

Una mezcla de sensaciones me invade siempre en esta fecha, alegría por ser un día importante, tristeza por que ya no quiero seguir cumpliendo años, la verdad es que he empezado a restarlos, nostalgia por la gente que ha pasado por tu vida y no sabes nada de ella e igual tampoco quieres saber, seguridad por toda la gente que se acuerda de ti…

También es un día en que te replanteas tu pasado y sobre todo tu futuro, sin tener en cuenta el presente que parece que es un mero trámite a pasar. ¿De dónde vengo? ¿A dónde quiero llegar? ¿Qué he hecho en este tiempo? ¿Qué voy hacer ahora?

Muchas gracias a todos por estar ahí siempre, por acordaros de mi aunque os lo haya recordado el calendario del teléfono móvil, a los que se acordaran en días venideros y a los que se les a pasado. Y finalmente pedir disculpas por no contestar a los mensajes.

Para cerrar una cancion de Los Piratas con Amaral - Años 80

martes, 13 de mayo de 2008

¿Para qué ser supersticioso?

Hoy día martes y trece, clásico día de mal fario de la tradición popular española, en EEUU por ejemplo es el viernes trece. La verdad que no sabía muy bien que contar pero una cosa tenía clara me apetecía escribir un poco.

Por lo demás un día más viendo con preocupación los progresos de la pequeña huerta que tenemos en el trabajo, temiendo por la subsistencia de los pimientos ya que les da demasiado sol, un ajo demasiado delgado y las lechugas rojas que trasplantamos el viernes que parece que no han agarrado bien. Lo demás sano y salvo (ya contare si recolectamos algo).

Toco madera” para al hablar de esto no caer en la maldición de 7 años de mala suerte, más que nada porque echando una mirada atrás creo que estaba terminando la maldición anterior y espero que no sean acumulativas.

¿Para qué ser supersticioso?

Me siento un poco supersticioso (de pega), si puedo no paso por debajo de una escalera, si veo un gato negro toco madera, si se me cae la sal miro a los lados para que nadie me vea y me echo un poquito por encima de los hombros, en martes y trece creo que no sufro de ninguna: ni me he casado y en Madrid no tenemos puerto.

Creo que lo hago para poder demostrarme que todo lo que pasa lo controlo yo, que no dejo nada al azar, que todo lo que ocurre son consecuencias de mis actos y si no del famoso “Efecto Mariposa”.

- Venga Denebcito no nos mientas.

Vale, me habéis pillado. Soy un poco crédulo, creo en cosas que no están demostradas científicamente, aunque pensándolo bien como la mayoría de la población mundial que al menos cree en la religión.

Quizá con mis veintitantos años ya está bien que siga creyendo en ciertas cosas pero si no lo hago creo que todo sería mucho más monótono, sin lugar para la imaginación ¿qué haríamos cuando cerráramos los ojos?

Simplemente creo que a veces hay que creer en cosas que no puedas demostrar.

Bueno ahora os dejo con una cancioncilla de Ryan Star un perfecto desconocido pero a mi me encanta la cancion "We Might Fall"



lunes, 12 de mayo de 2008

¿Para qué… los mecheros?

Mi coleguita er Miguel quería decir unas palabritas asin que no le iba a decir que no, espero que os guste:


Bueno, pues aquí estoy sin saber muy bien lo que decir para el blog de mi coleguita Raúl. En los altavoces suena Rata Blanca, un grupazo argentino, muy bueno. La canción trata de los amigos y de la vida. Sigo en blanco. Al final acabo cogiendo el paquete de tabaco (como no) y empiezo a buscar el mechero. Lo encuentro, me enciendo el cigarro y … coño!! , parece que se me viene una idea…

¿Para qué… los mecheros?

Seguro que todos o casi todos habréis visto el anuncio de Donettes en el que sale un tio hablando de los colegas, que si unos son de una manera o de otra, pues voy a hacer algo parecido…
Tener amigos es como tener un mechero:


Siempre están hay para encenderte el cigarrito y te sientes perdido cuando no lo tienes a mano. Empiezas a mirarte en los bolsillos, - Joder!! donde coño lo he puesto… - Hasta que al final te toca pedir fuego a alguien, pero nunca es igual que con tu mecherito de toda la vida, o no enciende o esta más duro que el copón.

A veces ocurre que hace un viento del carajo, no hay dios que encienda el mechero, parece que toda la creación se ponga en contra de tu mechero, de tu fuego. Pero tú lo intentas una y otra vez, e incluso lo proteges de ese viento con tu mano o con la chaqueta, te da igual que sople un huracán que es tu mechero y lo tienes que encender. Es TU mechero.

Otras veces ocurre que, cuando pasa mucho tiempo, empieza a fallar. Es normal, lo años pesan para todos. Te cabreas con él porque te deja tirado en cualquier lado e intentas una y otra vez que funcione intentando evitar la idea de tener que pedir fuego. Por fin, cuando enciende, te sientes aliviado, todavía sigue hay, con sus fallos pero ni te planteas el tirarlo.

Luego están los estancos que te regalan uno o los bares para hacer publicidad. La verdad es que todos esos mecheros no duran nada de tiempo, vienen casi vacíos. Son mecheros que tan pronto aparecen en tu vida como se van.

Ocurre también el problema de que se les acabe la piedra o el gas, pues bien chavales, yo intentaré que eso nunca pase, que mis mecheros siempre tengan gas y cambiarles la piedra si se les acaba, para eso son mis mecheros. Soy consciente de que no muchas veces lo consigo, es fácil perderse en esta vida tan complicada, pero bueno, hay que luchar.

Bueno mecheritos, espero os halla gustado y que conste que soy novato en esto de bloggear. Os dejo un tema de The Darkness para animaros el día, muy bueno. Agurrrrrrrrrrr!!




domingo, 11 de mayo de 2008

¿Para qué Madrid?

Para que de rodillas, y llena de ladillas,
nos reciba Pza. Castilla,
mientras la Castellana,
abierta de piernas, parte la pana.

Churros en San Ginés
con dos chulos de Leganés,
o café con picatoste,
entre limpiabotas calés,
en Chicote.

Para volvernos canallas en las esquinas de Malasaña.

Para devolverle las gracias al mendigo de Acacias.

Para tirar piropos a las niñas en la Dehesa de la Villa.

En el Parque de Atracciones, demasiadas emociones.

Para sentir unos colores,
fieles,
cuando gane el Madrid,
en la Cibeles.

Para que nos dé todo igual
mientras vivamos en Tetuán
y disfrutemos de
Tribunal.

Para que Umbral siga yendo a comprar el pan.

Para que mi suegra me ponga el mantel
cuando vaya de visita a Carabanchel.

Para que el Ángel Caído sea mi amigo
cuando patine por El Retiro.

Para que "Vuelva usted mañana"
a las ventanillas "larreanas".

Para que los trileros muestren sus avales
a los guiris,
como profesionales.

Para oler a cuero
en el Rastro
y a fritanga
estando de parranda.

Entresijos y gallinejas
por Serrano, entre pijos,
y en Carabanchel, entre rejas.

Para que el que se vaya a Sevilla,
por San Isidro,
pierda su silla en las Vistillas.

Para que los gays se crean, de verdad,
que pueden pasear por la C/ Libertad.
(que no se olviden la "manteca"
cuando enfilen Pza. Chueca).

Para que los reventas,
como moros,
hagan su estío
y José Tomás,
a los toros,
los reviente en el cossío.

Para que ni aquel,
ni ese, ni este,
nos joda la siesta
en el Parque del Oeste.

Teleféricos atmosféricos.

Nuestro último reducto
recuerda,
cuando te tires del Viaducto
sin cuerda.

Para tener 199 recuerdos de Atocha.

Para que alguien se acuerde de Neptuno
porque,
si del Atleti depende,
no viene ni uno.

Para jugar y jugar tanto
subido a los árboles de la Casa Campo.

Para pasar lo menos posible
por el 12 de octubre
porque la muerte,
mi escondite,
no lo descubre.




viernes, 9 de mayo de 2008

¿Para qué “morder la mano que te da de comer”?

En mi paranoia musical diaria y no me refiero a la cancioncilla con la que nos solemos despertar, anclada en nuestros sesos, esa que tarareas, silbas incluso llegas a cantar sin saber muy bien el ¿Por qué? No sabes si es porque es la primera que has escuchado por la mañana o simplemente que en alguna fase de nuestro pernoctar ha salido a la palestra.

Me refiero a que desde hace unos meses, en cuanto me siento en la silla de mi trabajo y me pongo un disco para que el día sea más ameno, me da por escuchar una y otra vez la misma canción, sin descanso… Cada día una distinta, sin ninguna lógica aparente, simplemente creo que una de las estrofas de esa canción se queda grabada a fuego y no puedo dejar de escucharla.

En la de hoy de un grupo español, aunque a veces me da por canciones en inglés, en el estribillo me ha gustado la frase:

¿Para qué “morder la mano que te da de comer”?

Apuesta arriesgada, farol ilógico cuando sabes que tu oponente lleva escalera de color. Acto suicida con mucho que perder y poco que ganar, solo equiparable a los famosos pilotos japoneses de La II Guerra Mundial.

Soberbia y egoísmo caminando cogidas de la mano, obcecadas en conquistar tantos lugares como puedan para luego destruir todo lo que se encuentran a su paso. Sin saber que su propia personalidad las consume y se convierten en la hiedra que nunca florece. Pero los terrenos asolados, incinerados con un poco de tiempo más fértiles son.

Siempre pensé que la palabra vence a la fuerza, sin mentiras, a la cara, como el bebe que quiere comer.

Deberíamos quitarnos la careta y mostrarnos tal como somos, ser como quisiéramos que nos tratasen. Si al mirarte en el espejo ves reflejado al tipo que describo déjate la careta puesta, si en cambio no la ves levanta la cabeza y sal a disfrutar.

Para cerrar un pedazo de artista Fito - Para toda la vida

martes, 6 de mayo de 2008

¿Para qué “Como te ves me vi como me ves te veras”?

Una vez devuelta cansado, desgastado, agotado y constipado del ViñaRock, después de disfrutar de unos 20 conciertos en directo en 3 días, hay que volver a las tareas cotidianas: trabajar, blogear …

Aunque agotador el maravilloso puente de mayo me ha regalado cantidad de sonidos, vivencias, caras, gentes… olvidados en mi retina después de mi vagar de los últimos tiempos.

Siniestro Total, grupo de mi niñez, despertador de campamentos juveniles me hizo recordar el título de mi antiguo Space.


¿Para qué “Como te ves me vi como me ves te veras”?

Coletilla amenazante o animadora según como la quieras ver que siempre me apasiono, esa ambigüedad en tan pocas palabras.

Tu vida es como la montaña rusa de un parque de atracciones, sube y baja, viene y va cerrando círculos de mejor o menor manera. Subidas cómodas, tranquilas donde todo va bien, de repente, sin previo aviso te encuentras con bajadas estrepitosas, deseando que se acaben, hasta tocar el suelo, donde te das cuenta que solo te queda volver a subir o es el final del trayecto y volver a montarte.

Siempre ha habido gente que se marea en estos berenjenales y prefieren subirse a la noria, algo mas seguro con bajadas mas tenues y círculos perfectos, a mi me suele gustar las cosas sencillas ¿Pero tanto? A mi me aburre.

Así que ya sabes “Como te ves me vi como me ves te veras”

Ahora una canción de La Fuga - p'aqui p'alla, con la que suelen cerrar los conciertos