miércoles, 9 de abril de 2008

¿Para qué “Las contradicciones”?

Ya no recuerdo en qué momento de mi vida cercana, si fue este fin de semana o la semana anterior, cuando salió el tema de “Las contradicciones”. Os acordáis que no hace mucho tiempo la marca de tabaco Nobel saco una campaña de publicidad titulada “Disfruta tus Contradicciones”.


Yo por aquella época fumaba eso y siempre me sorprendieron los mensajes que venían dibujados en la cajetilla, tales como:


· Siempre empiezo por el final
· Quiero ganar tiempo para perderlo
· Siempre que digo que no salgo, me dan las 8 de la mañana
· Terminar significa volver a empezar
· A veces, lo más pequeño es lo más grande
· Los mejores sueños los tengo despierto
· El armario lleno y nada que ponerme
· A veces lo más inteligente es hacerse el tonto
· Cuando dejo de buscar, encuentro
· Hay segundos que se hacen eternos
· A veces, tengo que perderme para encontrarme
· Estar serio me hace reír
· A veces ser feliz me hace llorar
· Cuando me gritan no oigo nada
· Cuanto más quiero olvidarla mas pienso en ella
· Basta que me vaya para querer volver
· Cuanto más lo escucho menos lo entiendo
· Odio que me guste
· …

Y seguramente hay mas y también puede ser que no sean todas de la campaña de tabaco pero son un buen ejemplo de la cantidad de contradicciones que nos podemos encontrar y que en más de una hemos caído.

¿Para qué “Las contradicciones”?

La vida está llena de contradicciones y solo me ha hecho falta recopilar un puñado de frases para demostraros a la mayoría, si no es a todos, que es así. No voy a intentar mal desarrollar ninguna de ellas ya que muchas se merecen un post para ellas solas o alguno mas.

Pienso que hay dos tipos de contradicciones las innatas y las “cabezonas”.

Las contradicciones innatas son aquellas que no controlamos, las que pasan por que tienen que pasar, las que por más que nos empeñemos en que no sean así mas patentes se hacen en nuestras vidas. Cuanto más queramos alimentar un lado de nuestra contradicción mas nos obcecamos en el resultado.

A veces me encantaría poder dominarlas pero nunca he podido, es mejor dejarlas vivir en paz en nuestro día a día.

Las contradicciones “cabezonas” esas dependen totalmente de nosotros y son más lingüísticas que ocasionales. Estas ocurren el 90% de las veces por tener la boca muy grande y hablar más de lo que debemos. Por querer hacernos mejores en una conversación, por hacernos los interesantes, por intentar quedar un poquito por encima nos metemos en camisas de once varas.

Y entonces esto se vuelve en contra nuestra, decir que podemos hacer X mientras pensamos que no, y luego nos toca hacerlo por cabezonería y orgullo cuando no queremos, o dar nuestro brazo a torcer y que todo el mundo se entere de que hablaste demasiado.

Total que las contradicciones están ahí para lo bueno y para lo malo, algunas nos gustan mas y otras menos, en esta vida no todo puede ser de color de rosa.

Ya seguiré tratando el tema.

Ahora una canción de la epoca de la campaña publicitaria, para mi gusto la mejor que tiene este grupo: Evanescence - my immortal



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