lunes, 21 de abril de 2008

¿Para qué mirarme al espejo?


Para que me rebote la siega del tiempo.

Para que el tipo que encuentro delante me recuerde mi nombre y , a la vez, me pregunte ¿quién coño eres?, con gesto estupefacto.

Para que , en la primera hora activa, el agua fría me ablande las legañas y refresque mis recuerdos, recuerdos que me empujarán a levantar los ojos de nuevo y a encontrarme otra vez la misma cara de pánfilo asustado que dice con la mirada ¿dónde quedó el que fui?

En otro espejo: los libros leídos, los olvidados, el sofá donde vivimos un tiempo, sus zapatos desparramados por el suelo, el cenicero rebosante...todo reflejos de un pasado que se agarra al vidrio con uñas de diamante que arañan infectando el futuro reparador, los parches que se despegan.

Un conocido me comenta que él sólo usa el espejo para levantarse el tupé y para observar el continuo avance de su caries favorita. Un tipo con suerte. Yo no puedo evitar desviar la mirada y descubrir cómo se escapan los segundos, los minutos, los anhelos, las oportunidades y algún que otro amigo de verdad. Al final opto por la solución más fácil: espejos de 1 m2 que, si bien no me libran de convivir todos los días con el caraculo preguntón, sí me esconden TODO lo que hay tras él, que ¡OJO!, nunca se deja atrás.
Arrastramos el pasado como a las ratas de Hamelin, decisiones hipotecadas de las que nunca se puede huír. Ni falta que hace. ¿O sí?


P.D.: Enhorabuena a Vetusta Morla por el conciertazo del sábado en la Joy. Este grupo va a llegar a donde ellos quieran. Son increíbles. Ahí va un video guapo guapo

1 comentario:

¿Para qué? dijo...

Un poco mas calvo, esa barriguita incipiente, una arruga en la comisura de los labios, el dedo acusador que refleja lo que somos y nos recuerda lo que fuimos.

Imagen tetrica, solo ante ti, tu pensamiento, tu soledad. Destras el movimiento de los años, la rafaga de recuerdos de la niñez y del ayer.

Que grande eres chatin

Para tu cumpleaños un espejo de estos que aumentan